El presente proyecto tiene por objeto la construcción de 20 VIVIENDAS SOLIDARIAS en Cajamarca, Perú. El conjunto proyectado contará además con un pequeño equipamiento que sirva como punto de reunión a cubierto para la comunidad, que contribuya a paliar la carencia parcial de ciertos servicios básicos que la zona en la que se implante pueda acusar (pozo y depósito de agua, lavadero, tendedero, espacio de juegos cubierto, caseta de aperos, etc.), compensando así el impacto que la intervención pueda causar en las dotaciones generales del barrio preexistente.
Se prevé que las 20 viviendas puedan organizarse a partir de un espacio público o colectivo central que garantice un adecuado soleamiento, aireación, circulación, relación social y encuentro entre los habitantes. Las propias viviendas podrán gozar de un espacio de huerta delante de cada una donde cultivar la tierra o realizar ciertos oficios en el exterior (eventualmente a cubierto) fomentando el autoconsumo, mejorando la microeconomía familiar, el contacto socioeconómico, el control social (entre vecinos) y por ende la seguridad y la calidad de vida. En general, se prevé también un patio trasero para un uso más privado, donde ubicar frutales o un corral si es el caso.
La idea es que el conjunto favorezca un equilibrio socioeconómico (apoyado en aspectos ambientales y culturales del lugar) capaz de prosperar a medio plazo y con la esperanza de que a largo plazo pueda llegar a constituir un pulmón de actividad en el barrio.
Por ello adquiere gran relevancia la posibilidad de crecimiento controlado: construir ahora el núcleo principal de las viviendas (de diferentes tamaños según una previsión inicial) esbozando un perímetro de crecimiento estimado. Este perímetro puede ser el perfil de un huerto trasero o incluso el hueco entre dos medianeras con mayor altura. El usuario podría rellenar ese hueco más adelante construyendo un volumen integrado geométricamente cuando su familia crezca, por ejemplo.
Por todo esto y por una cuestión de optimización de recursos parece sensato que las viviendas se adosen entre ellas a través de medianeras de manera que se garantice una adecuada dosis de privacidad y silencio en su interior respecto de los vecinos. Así, se organizan muros de carga entre viviendas de material masivo (preferentemente local: tipo tapial con una elaboración noble), y fachadas más ligeras (de quincha mejorada o similar). Siguiendo las directrices de la arquitectura tradicional del lugar, estos materiales se protegerán en la medida de lo posible con vuelos de tejado generosos. Será el resalte de las medianeras en el alzado lo que contribuya a distinguir con su ritmo cada unidad, para así mantener la escala humana del conjunto: hecho de unidades pequeñas. Para evitar encuentros de cubierta complejos, se recurre en cambio a tejados geométricamente unificados que evacúen el agua hacia el exterior.
Una red de senderos a cubierto bajo tejados, canalones de gran formato o acueductos podrá ser desarrollada a modo de soportales, dependiendo de las infraestructuras existentes en la parcela.
En cada vivienda se bosqueja inicialmente un área de día con un espacio para cocinar y estar o trabajar, y un área de noche con dormitorios independientes. Además se proyecta un espacio de aseo personal por vivienda.
Los ejes del proyecto son los siguientes:
– Simbiosis Ambiental.
– Integración y prosperidad social.
– Viabilidad y sostenibilidad económica.
